LA MEDITACIÓN
La meditación es el mejor recurso que conozco para conectar con nuestro interior y activar la escucha del mundo interno y del mundo externo paralelamente. Esto que suena tan sencillo y tan complejo a la vez como definición, puede condicionar en cierta manera el concepto de meditación, y sería un error limitarlo al conceptualizar un recurso tan profundo y divino como es Meditar.
Ir más allá de uno mismo, descubrir quién eres realmente, activar el testigo u observador interno, encontrar visión y perspectiva personal, activar energías dormidas, sanar heridas ancestrales, experimentar la presencia real del Ser que somos y compartirla. Sentir, percibir y descubrir qué es la conciencia activa y la conciencia pasiva… son acciones que se ponen en marcha cuando meditamos. Podría extender la definición a las múltiples técnicas que se practican a lo largo de miles de años, a la historia precedente de grandes maestros meditadores que alcanzaron la iluminación, pero el sentido real de este recurso consiste en experimentarlo día a día y compartirlo con otros seres que cultivan la técnica de manera habitual. Cada sesión meditativa es diferente, influye en ese resultado el estado personal, el orden y gestión emocional, las cargas mentales y físicas, las energías del planeta, los movimientos astrológicos, la naturaleza de cada ser y las memorias del alma del que se dispone a la meditación. Por ello, la conexión con el momento presente es vital en este recurso. La presencia activa permite descubrir infinidad de posibilidades para trascender estados emocionales de diversa índole, y así liberar y deshacer bloqueos que impiden una buena circulación de la energía vital corporal. Meditar contribuye inevitablemente a conectar con la verdad y enraizarse en una realidad consciente de la vida, sin juicios, sin ilusiones y sin disfraces. Atrapando momentos de calma y plenitud conectamos con el espíritu que guía nuestro camino y el alma que vivencia en tiempo presente los diferentes estados psicoemocionales que nos ofrece el instante mágico de ese momento meditativo.